Muchas veces nos ocurre a todos. En una ocasión visitamos un sitio del que ya ni nos acordamos, porque estábamos interesados en un producto. Como por arte de magia, empezamos a ver y recibir ofertas muy relacionadas con aquello en lo que estamos interesados. Entonces nos preguntamos ¿cómo puede ser que sepan que esto me interesa? ¿cómo lo hacen? en el remarketing está la respuesta.
La selección del mercado (targeting) basada en el comportamiento del consumidor, en la localización geográfica, o en las características demográficas se ha convertido en algo muy discutido en los diferentes medios. Una herramienta en particular, el remarketing o retargeting ha sido destacada por una crítica que muchos adjetivan de injusta, a pesar de las estupendas cifras de conversión que consigue, para aquellos lo suficientemente valientes para usarla.
El remarketing, en su nivel más básico, permite a los anunciantes presentar su oferta frente a visitantes que han mostrado interés previamente en un producto o servicio. Parece como si el anuncio o la oferta sobre los que clicaron en su momento, les persigue por donde van. Y además comienzan a recibir emails dirigidos también a esas ofertas.
Las precauciones existentes en relación al uso del remarketing tienen diversos orígenes, como los problemas de privacidad, los métodos de atribución, y el efecto sobre el retorno de la inversión. De todas formas, probablemente todos estos miedos son infundados. Un poco de información puede llegar muy lejos, cuando nos acercamos al conocimiento de lo que significa el remarketing.
El remarketing hace aparecer anuncios frente a los consumidores, basándose en acciones online previas que no resultaron en una venta. Los prospectos que no convirtieron son etiquetados (ahí tenemos un problema de privacidad) y seguidos a través de la red, presentando ofertas y descuentos sobre el producto original en el que estuvieron interesados.
¿Cuestión de Privacidad?
En principio, hay que entender que el retargeting no se queda con información que pueda utilizarse posteriormente para identificar a la persona. Todo lo que se sigue es si visitó o no un sitio o página determinados. Se están desarrollando campañas educativas serias acerca de la privacidad relacionada con los anuncios basados en la selección y segmentación del mercado.
La Atribución
Más allá de la privacidad, el tema de la atribución está frenando la presentación de anuncios que se cobran a través del coste por adquisición (CPA). Algunos anunciantes se preocupan porque pagando ‘por ver’, más que pagando por clic, no es una forma efectiva de aumentar el retorno de la inversión, ni incluso de medir su efectividad. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la gente tiene una mayor probabilidad de visitar un sitio, o de atender una oferta, si antes ha sido expuesta a los anuncios. Así que la presentación de anuncios tiene un impacto positivo sobre el comportamiento del consumidor, independientemente de si pincha en ellos o no.
Más Allá del Clic
Constantemente vemos anuncios en forma de banners, por ejemplo; es lo que podemos llamar display advertising. Puede se que no nos digan nada inicialmente como para pincharlos y atender su oferta, pero ahí quedan en nuestra mente, de forma que cuando vamos en serio a realizar una compra, esa imagen se destaca por encima de las demás.
Está claro que debemos sobrepasar la mentalidad del clic y tener una visión más a largo plazo. En lo que se refiere al remarketing, el retorno de la inversión es incremental. Recordemos que los anuncios se presentan repetidas veces a personas que mostraron un interés previo en la oferta, de forma que cuantos más anuncios se les presenten, mayor será el retorno de la inversión de una campaña de remarketing.