Hoy en día, nos encontramos que estamos tan inmersos en el mar de los productos digitales, que nacen intangibles, que cuando hablamos o nos planteamos la promoción y venta de productos tangibles nos parece estar hablando del siglo pasado. De hecho, hace todavía pocos años, no había productos digitales, por lo que todos los productos eran ‘tangibles’. La excepción era y sigue siendo ahora, el servicio, que es intangible por naturaleza.
Gran parte del progreso en el marketing en general y, por supuesto también en el marketing por Internet, se debe a que se cayó en la cuenta de que, de hecho, los compradores buscan satisfacciones. En este sentido podríamos decir que todas las compras son intangibles.
Si la persona que compra un producto tangible está buscando satisfacciones intangibles, ¿por qué limitarnos a vender un reloj de alta gama, cuando el comprador lo que está buscando es el orgullo de la posesión de ese reloj, además de usarlo como símbolo de su estatus social?
Este es un aspecto muy importante del proceso de marketing, que no debemos olvidar cuando vayamos a promocionar productos tangibles. Asociemos el placer o la satisfacción del producto con metas u objetivos personales superiores. En vez de vender pasta de dientes, vendemos éxito social por tener los dientes muy blancos y un aliento perfecto.
¿Por qué muchas personas evitan trabajar con productos tangibles?
Los productos tangibles son evitados por muchos de los que se dedican al marketing por Internet, porque no quieren trabajar con bienes físicos. Puede ser una pesadilla si se fija en las molestias de empaquetar, enviar, acumular inventario, y encontrar personas o empresas que los proporcionen.
Hay tres formas de manejar los tangibles si quiere centrarse en ellos o suplementarlos con sus enlaces de descargas digitales. La primera es convertirse usted mismo en vendedor del producto tangible.
Es prácticamente como vender en eBay, pero a veces hay emprendedores que construyen un sitio web para vender los productos desde ahí. Deberá entonces asegurarse de que tiene suficiente material en stock, y si le entra una orden será su tarea meterlo en una caja, llevarlo a la oficina de correos y enviarlo.
Si el cliente no recibe los bienes, deberá ser capaz de verificar la prueba de entrega. En algunos casos, deberá aceptar devoluciones de los productos, que no siempre podrá revender, dependiendo del producto.
Otra opción es ser un vendedor de tangibles utilizando un dropshipper. Estos servicios envían los productos a nuestro cliente final. Con una cuenta de dropship, normalmente tendrá que pagar una cuota para establecer el servicio (entre el 7% y el 10%) a su sitio de, por ejemplo, accesorios para bodas.
El cliente encontrará su sitio online y realizará la orden, pagándole por los productos que compre. Entonces usted tendrá que pagar a la compañía de dropship una parte de las ganancias y ellos enviarán el producto al cliente.
Usted no tiene que lidiar con el inventario, pero sí con las relaciones con el cliente. El cliente no sabra que ordenó a partir de un acuerdo de dropshipping, por lo que aunque usted sea sólo un intermediario, en la práctica será la persona al frente del asunto.
Su tercera opción para vender bienes tangibles es ser un afiliado de tangibles. Millones de personas compran online, y en épocas como la Navidad un afiliado puede conseguir mucho dinero de esta forma.
Pero la Navidad no es el único momento cuando funcionan las promociones de tangibles. Puede usar una cuenta de asociado de Amazon para vender cualquier cosa en Amazon. También puede conseguir un ID de LinkShare y promocionar la venta de flores, maletas y otros artículos de viaje, así como muchos otros productos.